CAPÍTULO I
“Un hombre y una mujer se conocen”
-Sentada bajo un árbol pensaba en ¿cómo era posible que dos personas se pudieran enamorar?-
Lucia una joven de 17 años, bien parecida, tez clara, con un cabello largo y negro, tan negro como la noche, su mirada muy peculiar y profunda que enamoraba a cuanto hombre la miraba. Ella de clase alta, y su padre Fermín era dueño de un viñedo.
Fermín quien había hecho el trato con Don Eleazar, de que sus hijos se casarían por la buena amistad y negocios que tenían, padecía una rara enfermedad aún desconocida.
Raymundo el hijo de Don Eleazar sería el futuro esposo de Lucía, él era un gran hombre, apuesto, alto fornido, con ojos color miel y cabello rizado, con 28 años de edad.
Santiago hermano de Raymundo era un joven también fuerte, moreno, alto, con pestañas largas y rizadas, el verdadero amor de Lucía, quien al igual que ella tenía 17 años.
Mientras Lucía y Santiago crecían juntos experimentando las diferentes etapas de sus vidas, Raymundo aprendía todo acerca del negocio de la familia.
“Un hombre y una mujer se conocen”
-Sentada bajo un árbol pensaba en ¿cómo era posible que dos personas se pudieran enamorar?-
Lucia una joven de 17 años, bien parecida, tez clara, con un cabello largo y negro, tan negro como la noche, su mirada muy peculiar y profunda que enamoraba a cuanto hombre la miraba. Ella de clase alta, y su padre Fermín era dueño de un viñedo.
Fermín quien había hecho el trato con Don Eleazar, de que sus hijos se casarían por la buena amistad y negocios que tenían, padecía una rara enfermedad aún desconocida.
Raymundo el hijo de Don Eleazar sería el futuro esposo de Lucía, él era un gran hombre, apuesto, alto fornido, con ojos color miel y cabello rizado, con 28 años de edad.
Santiago hermano de Raymundo era un joven también fuerte, moreno, alto, con pestañas largas y rizadas, el verdadero amor de Lucía, quien al igual que ella tenía 17 años.
Mientras Lucía y Santiago crecían juntos experimentando las diferentes etapas de sus vidas, Raymundo aprendía todo acerca del negocio de la familia.
CAPÍTULO III
“Conciben un hijo”
Una tarde de octubre, las hojas caían como una lluvia deslumbrante. En ese momento Lucía se sentía la mujer más infeliz, pues se casaría con Raymundo, quien a pesar de que era un buen hombre, ella amaba a Santiago, ya que a Raymundo casi no lo veía, ni convivía con él.
Lucía estaba muy enojada con su padre y pensaba –si mi madre estuviera conmigo, ella si me apoyaría-
Elizabeth (mamá de Lucía) murió cuando ella nació. La única que sabía de su amor prohibido era su mejor amiga Nicole, a quien conoció en la escuela para señoritas donde estudiaban medicina.
-No te cases Lucy- dijo Nicole, mientras Lucía lloraba.
-No puedo hacer nada, ya todo está listo-
La ceremonia, fue algo muy íntimo solo la familia más allegada pero a pesar de esto fue algo muy lindo y elegante, con un delicioso bufete y gran baile.
En la noche de bodas Lucía se sentía muy nerviosa, pues sabía que tenía que cumplir su papel de esposa para consumar el matrimonio, pues sus padres querían un heredero.
Raymundo no era tonto, y sabía que sólo se casaban por compromiso. Él habló con ella Y ambos confesaron que no se amaban, pero después de unas cuantas copas y un beso paso al otro, terminaron por consumar su matrimonio.
“Conciben un hijo”
Una tarde de octubre, las hojas caían como una lluvia deslumbrante. En ese momento Lucía se sentía la mujer más infeliz, pues se casaría con Raymundo, quien a pesar de que era un buen hombre, ella amaba a Santiago, ya que a Raymundo casi no lo veía, ni convivía con él.
Lucía estaba muy enojada con su padre y pensaba –si mi madre estuviera conmigo, ella si me apoyaría-
Elizabeth (mamá de Lucía) murió cuando ella nació. La única que sabía de su amor prohibido era su mejor amiga Nicole, a quien conoció en la escuela para señoritas donde estudiaban medicina.
-No te cases Lucy- dijo Nicole, mientras Lucía lloraba.
-No puedo hacer nada, ya todo está listo-
La ceremonia, fue algo muy íntimo solo la familia más allegada pero a pesar de esto fue algo muy lindo y elegante, con un delicioso bufete y gran baile.
En la noche de bodas Lucía se sentía muy nerviosa, pues sabía que tenía que cumplir su papel de esposa para consumar el matrimonio, pues sus padres querían un heredero.
Raymundo no era tonto, y sabía que sólo se casaban por compromiso. Él habló con ella Y ambos confesaron que no se amaban, pero después de unas cuantas copas y un beso paso al otro, terminaron por consumar su matrimonio.
CAPÍTULO IV
“Los primeros meses del bebé”
Lucía se sentía muy feliz por su hija Julieta una niña hermosa, de tez blanca con ojos grandes y bellos, a pesar de que no había nacido por amor, sus padres le dieron todo el cariño y cuidados que pudieron. Le hicieron una gran fiesta para darla a conocer ante la sociedad. Pero tuvieron que viajar a la Ciudad de México de emergencia con un especialista para ver por la salud de su abuelo, ya que en su pueblo desconocían la enfermedad.
El viaje duró mucho, hicieron alrededor de dos días, se instalaron en una casa vieja y descuidada que su abuelo había comprado tiempo atrás. La ciudad estaba hecha un caos y ellos estaban acostumbrados a la tranquilidad del campo.
“Los primeros meses del bebé”
Lucía se sentía muy feliz por su hija Julieta una niña hermosa, de tez blanca con ojos grandes y bellos, a pesar de que no había nacido por amor, sus padres le dieron todo el cariño y cuidados que pudieron. Le hicieron una gran fiesta para darla a conocer ante la sociedad. Pero tuvieron que viajar a la Ciudad de México de emergencia con un especialista para ver por la salud de su abuelo, ya que en su pueblo desconocían la enfermedad.
El viaje duró mucho, hicieron alrededor de dos días, se instalaron en una casa vieja y descuidada que su abuelo había comprado tiempo atrás. La ciudad estaba hecha un caos y ellos estaban acostumbrados a la tranquilidad del campo.